martes, 1 de septiembre de 2015

Importancia de la musica para los niños

     En las últimas décadas, la comunidad científica ha mostrado gran interés por investigar los efectos beneficiosos de la música en bebés y en niños. La iniciación musical puede iniciarse en la propia casa. Los niños pueden aprender sonidos y ritmos simplemente si escuchan canciones infantiles o los padres dan palmas mientras suena la canción.
     Entonar canciones a los bebés y escuchar música con ellos, además de producir cambios a nivel fisiológico, desarrolla un fuerte vínculo afectivo, que estimula su inteligencia emocional. Asimismo, a nivel psicológico, despierta, estimula y desarrolla emociones y sentimientos.
     Los estudios reflejan que la música favorece la capacidad de los niños para la atención y la concentración, potenciando así su rendimiento en el colegio. La música estimula la memoria, el análisis, la síntesis y el razonamiento, y por lo tanto, el aprendizaje.

Beneficios de aprender música desde niños
    
A los niños y bebés no se les debe limitar a escuchar exclusivamente canciones de cuna, porque también tienen capacidad para disfrutar y recordar música clásica. Escuchar distintos tipos de música, les ayudará a aprenderla, a reconocerla y a disfrutarla.
     En general, se recomiendan canciones de letras sencillas y repetitivas que incluyan onomatopeyas y canciones infantiles para bailar. Sin embargo, no es conveniente restringir el acceso a la música al niño, está comprobado que los bebés y los niños son muy receptivos a música clásica de fácil estructura y de corta duración.
     Puedes cantar al bebé, dar palmadas en sus manos o enseñarle cómo puede dar el también palmadas. Esto le ayudará a aprender los ritmos y la diferente cadencia de la música. El niño ha de entender que la música es una fuente de diversión. 

     La educación musical temprana, que comienza en niños de 2 a 5 años, tiene como objetivo el descubrimiento y desarrollo de las capacidades expresivas, musicales y psicomotoras del niño, que permitan posteriormente la elección de un instrumento musical, según sus preferencias y aptitudes.
     En la mayor parte de escuelas de música, los niños comienzan desde edades tempranas con la iniciación musical. Aprenden a hacer ritmos con la voz o con partes del cuerpo, aprenden cuándo una nota es alta o baja y, aprenden a escribir o a reconocer las notas musicales mediante juegos.

     De una forma general, los profesores de música para niños trabajan con:

  • El desarrollo de la voz
  • El contacto con las fuentes sonoras a través de materiales diversos: objetos e instrumentos.
  • El reconocimiento y la representación del sonido respecto a su duración, intensidad, altura, timbre, etc.
  • El desarrollo de la percepción auditiva 
  •  La utilización del movimiento como medio de expresión y sensibilización motriz, visual y auditiva, para conocer el propio cuerpo, desarrollar el sentido rítmico y fomentar las relaciones sociales.
A partir de los 6 años, en la mayor parte de las escuelas de música suelen pasar de la iniciación musical a la formación musical en la que el niño toma contacto con el instrumento musical. 

Consejos para fomentar el gusto por la música


  • La estimulación musical no se debe limitar a la audición de canciones u obras instrumentales. A medida que la madurez del bebé lo vaya permitiendo, sería muy beneficioso combinar música y movimiento, incorporando palmadas, mímica y baile, y animarle a que nos imite. Con ello, le damos a entender que la música es fuente de diversión.
  • Les encanta experimentar, por lo que se podría poner al alcance del bebé objetos sonoros (instrumentos musicales o no), con los que pueda generar ruidos o sonidos.
  • Enseñarle a escuchar, llamándole la atención sobre los sonidos del entorno (el timbre, el teléfono, la ambulancia, el canto de un pájaro...).
  • Les gusta mucho seguir distintos ritmos.
  • Se debería también estimular la voz, el lenguaje y el canto. Pueden escuchar rimas y cuentos musicales, grabar su voz, etc.
  • Una buena actividad sería bailar con ellos en brazos mientras escuchamos una melodía o le cantamos una canción.
  • Es conveniente que escuchen audiciones completas para que vayan percibiendo el patrón musical, por ello deberemos seleccionar obras de corta duración.
  • Puede ser divertido investigar sobre la clase de música que le gusta al niño. Seleccionar distintos tipos de música y ver sus reacciones. Seguramente, al principio, le agradará la música suave, pero sus gustos irán variando a medida que crezca.
  • Si queremos que disfruten de verdad, escuchemos sus preferencias y tengamos en cuenta sus aptitudes. No hay que empeñarse en que elijan el instrumento que a nosotros nos gusta.

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